Las mujeres tienen un papel muy importante en la Biblia y en el cristianismo, aunque muchas veces no se les da el reconocimiento merecido. Hoy conoceremos a las mujeres de la Biblia desde muchas perspectivas.
Mujeres de la Biblia que dejaron huellas
María, María Magdalena, Ester, Rut… Estos son algunos de los nombres más destacados de mujeres que aparecen en la Biblia y faltan muchos más que iremos viendo durante el artículo de hoy.
Detrás de cada uno de estos nombres hay una historia, una vida, fundamental para nuestra religión y que, sin ella, no entenderíamos al Señor como lo hacemos y nos perderíamos gran parte del significado del cristianismo.
Es por ello que hoy queremos dar importancia a las mujeres de la Biblia y a las mujeres cristianas en general. Prepárate para descubrir nuevos personajes bíblicos que seguramente poco conocías y ver su obra en honor a Dios.
Antes de empezar te recomendamos ver este vídeo introductorio ¡Vamos allá!
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Para empezar, te mostraremos las mujeres más importantes de la Biblia, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento y porque su historia es tan valiosa en nuestra religión.
Seguramente algunos nombres te sonarán, pero otros muchos serán nuevos para ti. Intentaremos descubrirte los aspectos más interesantes de estas prodigiosas mujeres y qué enseñanzas pueden darte para tu vida.
Míriam, hermana de Moisés
“Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y envié delante de ti a Moisés, a Aarón y a María.” (Miqueas 6:4 RVR1960)
Miríam o también traducida en muchas ocasiones como María, es una de las primeras mujeres que aparecen en la Biblia, siendo esta la hermana de Moisés y Aarón.
Su nombre puede tener diferentes orígenes y su significado varía según el idioma. En hebreo significa “deseada como hija”, mientras que en egipcio, “querida”. Ambos denotan un sentimiento de amor en torno a ella que la define como personaje bíblico.
En griego, su nombre se transforma en Mariam, del cual posteriormente se derivó el de María que encontramos en muchas traducciones.
Míriam acompañó a Moisés durante la esclavitud judía en Egipto y parte del Éxodo; aunque, al igual que Moisés, murió antes de conseguir entrar en la Tierra Prometida. En su infancia, se aseguró de que Moisés, entonces un bebé, llegara a manos de los faraones para que lo criaran, como se cuenta en Éxodo 2.
“Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería.” (Éxodo 2:4)
Así pues, Míriam fue una protectora de Moisés, siempre procurando que la gracia de Dios se desarrollara en él sin problema alguno. Además, se la considera una profetisa y creadora del cántico tras la travesía del Mar Rojo:
“Y María les respondía:
Cantad a Jehová, porque en extremo se ha engrandecido;
Ha echado en el mar al caballo y al jinete.” (Éxodo 15:21)
Sara, esposa de Abraham
“Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.” (Génesis 17:19 RVR1960)
La primera mujer de importancia en la historia del cristianismo fue realmente Sara o, conocida originalmente como Sarai y fue la esposa de Abraham hacia el año 1700 a.C.
Este cambio de nombre no es arbitrario, pues Sara en hebreo significa “princesa” o “sagrada” y le concede la misión de crear una descendencia que significaría la fundación del pueblo de Israel.
Fue el Señor quien cambió su nombre y obró en ella para que todo esto sucediera. Sara era estéril y había llegado ya a los noventa años. Sin embargo, Dios permitió que pudiera tener a Isaac con Abraham incluso a esa avanzada edad.
“Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.
Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.” (Génesis 17:15-16 RVR1960)
Sara es la primera mujer importante de la Biblia y el origen de todos los descendientes de Abraham, esto es el pueblo de Israel. Todo lo que viene después es gracias a ella y al milagro de Dios.
Según la Biblia, antes de que esto pasara, Sara propuso a Abraham que tuviera un hijo con la esclava Agar, ya que ella no podía tener descendencia. De esa relación nació Ismael y, más tarde Sara expulsó a este y a su madre por culpa de una discusión.
Según la tradición, los árabes se consideran descendientes de Ismael y los israelitas de Isaac, ambos descendientes a su vez de Abraham. Así pues, es debido a esta acción de Sara que ocurrió la escisión entre ambos pueblos.
Rut en la Biblia
“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.” (Rut 1:16 RVR1960)
Más adelante en la cronología bíblica, encontramos otra mujer muy importante, no solo porque es la primera que tiene un libro en la Biblia con su nombre, sino también porque fue la bisabuela del rey David y, por lo tanto, antecesora directa de Nuestro Señor Jesús.
Rut pertenecía al pueblo de los moabitas, una sociedad que habitaba en Canaán como los israelitas pero considerados pueblos distintos. Sin embargo, moabitas e israelitas se mezclaron continuamente a lo largo de la historia.
La historia de Rut la puedes encontrar en la Biblia en el Libro de Rut, después de Jueces y antes de Samuel. Cronológicamente, también se sitúa en ese momento, años después de que terminara el Éxodo y los judíos llegaran a la tierra prometida.
Rut significa “compañera” en hebreo, y está relacionado con su virtud de mujer piadosa que le acompaña durante toda su vida.
Su vida es un relato de compasión y amor a Dios, de como una persona con una fe distinta puede convertirse y reconocer a Dios como único y verdadero, algo bastante impensable para las personas de aquella época.
“Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, aunque no soy ni como una de tus criadas.” (Rut 2:13 RVR1960)
Frases como esta aparecen en este maravilloso libro que, además es bastante corto. Te recomendamos leerlo para aprender más sobre la vida de Rut y ver que lecciones de vida puedes sacar de esta mujer ejemplar.
Ana, madre de Samuel
“Entonces hizo este voto: «Señor Todopoderoso, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya, y si en vez de olvidarme te acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida, y nunca se le cortará el cabello».” (1 Samuel 1:11 NVI)
Otra mujer que aparece en la Biblia y que quizá no es tan conocida es Ana, la madre del profeta Samuel y que fue algo posterior a la historia que vivió Rut. En este caso estamos hablando de hacia el año 1200 a.C., justo antes de que naciera David.
Ana era estéril y vivió con esa pena durante mucho tiempo. Sin embargo, un día oró muy fuertemente al Señor, con toda su alma y le dijo que si tenía un hijo, este se dedicaría toda su vida a esparcir la Palabra de Dios.
Tras esto, Ana concibió a Samuel y este se convirtió uno de los mayores profetas del Antiguo Testamento, cumpliéndose así la promesa de Ana. Por este motivo, se considera a Ana como una profetisa.
La lección de todo esto es que la fe verdadera en el Señor puede con todo. La historia de Ana es un ejemplo de humildad y entrega a Dios, mostrando el poder que tiene la oración.
La mayor parte de versículos en que aparece se encuentran en los primeros capítulos de 1 Samuel; así que si quieres conocer mejor esta historia, puedes leerlos y encontrar la belleza de sus palabras.
Ester de la Biblia
“Porque ¿cómo podría yo ver la calamidad que se cierne sobre mi pueblo? ¿Cómo podría ver impasible el exterminio de mi gente?” (Ester 8:6 NVI)
La última mujer de la que hablaremos en el Antiguo Testamento es Ester. Como Rut, esta también cuenta con un libro en la Biblia, hacia la parte final del Antiguo Testamento. Su historia se sitúa hacia el año 500 a.C., justo al final del cautiverio judío en Babilonia.
Ester vivió en una comunidad judía en Persia y fue escogida por el rey de ese gran imperio como su esposa. Desde la corte, Ester trató de beneficiar a los judíos de aquel país que tenían numerosos enemigos que querían exterminarlos.
Así pues, Ester evitó ciertamente una matanza salvando a su pueblo, aunque arriesgara la vida por ello. El relato es mucho más complejo y no cuenta con grandes alusiones al Señor, pues es más bien una narración histórica, así que ¡te invitamos a leerlo para conocer mejor a Ester!
Debido a sus acciones y a la salvación de su pueblo, los judíos tienen una festividad en honor a ella, la llamada como Purim.
La historia de Ester es, en definitiva, una muestra de entrega y amor al Señor, acompañados por una elevada inteligencia y oratoria que consiguen evitar un desastre.
La Virgen María
“Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.” (Lucas 1:38 RVR1960)
Después de las mujeres del Antiguo Testamento, llegamos a una de las mujeres más importantes de la historia del cristianismo, si no la que más. Estamos hablando de María, la madre de Jesús y de todos los cristianos.
Su aceptación al Señor nos entregó a Jesús para salvar a la humanidad y sin ella todo hubiera sido distinto. María es la razón de que los cristianos seamos lo que somos.
Poco se conoce de la vida de María antes de la anunciación, solo que era una joven de Galilea prometida con un carpintero al que todos conocemos como José. Sus padres fueron Joaquín y Ana, y también aparecen en los evangelios.
Era una mujer humilde, sin muchos recursos económicos, pero con un gran corazón que le hizo aceptar la tan difícil misión que le encomendó el Señor. María estuvo a la altura de todo y ahora es un símbolo para millones de personas.
Después de la Anunciación y el nacimiento de Jesús, María estuvo siempre a su lado. En su infancia, le protegió de la matanza de los inocentes propiciada por Herodes y, más tarde en la adolescencia, se mostró preocupada en el episodio del templo.
“Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.” (Lucas 2:48 RVR1960)
Durante el ministerio de Jesús, María es mencionada solamente en las bodas de Caná y en la Pasión de Cristo, aunque seguramente estuvo con Él en otras muchas ocasiones.
María es pues un ejemplo de amor indiscutible, un modelo a seguir para hombres y mujeres cristianos que hasta tenemos oraciones muy famosas dedicadas a ella.
María Magdalena
“El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.” (Juan 20:1 RVR1960)
Finalmente, llegamos al turno de otra mujer maravillosa que es conocida por todos y cada uno de los cristianos, siendo casi tan popular como María.
Esto es un hecho normal, pues María Magdalena podríamos ser cualquiera de nosotros, pues fue una mujer pecadora que decidió seguir a Jesús y entregar toda su alma para amarle y aprender de Él.
Aunque no hay mucha información sobre ella, se sabe que no tenía una buena vida antes de conocer a Jesús, pero cuando la sanó, decidió seguirle y acompañarle durante todo su ministerio y estuvo presente en los momentos más cruciales de su vida.
Tanto es así que junto a otras pocas mujeres, fue la primera persona que vio al Cristo resucitado. Es una muestra del significado de nuestra religión, pues Dios se dirige a nosotros incluso con nuestra condición pecadora.
Su nombre, Magdalena, se refiere a que provenía seguramente de la ciudad judía de Magdala y que después cambió su nombre a Tariquea; lugar donde Jesús viajó para seguir expandiendo su mensaje.
Las 5 Mujeres Valientes de la Biblia | HeDicho
Mujeres de fe en la Biblia
Anteriormente, no hemos mencionado a todas las mujeres de la Biblia, sino aquellas de las que disponemos más información o tienen más relevancia para el cristianismo. Sin embargo, hay muchas más y que no podemos menospreciar.
Ahora te mostraremos otras mujeres de la Biblia en un formato más breve para que nadie se quede fuera.
Eva, primera mujer de la Biblia
Primero de todo, debemos hablar de Eva como no puede ser de otra forma. Fue la primera mujer y significó la primera unión entre hombres y mujeres de la historia, empezando a convivir con el pecado tras su expulsión del paraíso.
Rahab, una mujer de fe
Mucho más tarde, llegaría Rahab, en tiempos de Josué o lo que es lo mismo, justo después de Moisés. Era una prostituta que reconoció el poder de Dios y decidió salvar a dos isrealitas de la muerte en su ciudad, Jericó. Más tarde tuvo descendencia y va en línea directa con David y Jesús.
Débora, profeta y jueza
También está Débora, quien fue jueza de Israel durante 40 años en los que el territorio prosperó en paz. Fue además profetisa con algunas profecías sobre victorias de Israel.
Isabel, anunciante de la Buenanueva
Ya en el Nuevo Testamento, es necesario mencionar a Isabel, prima de la Virgen María y madre de Juan el Bautista. En un encuentro con María que ya esperaba a Jesús exclamó la famosa frase:
“y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.” (Lucas 1:42 RVR1960)
Priscila, amiga de Pablo de Tarso
Finalmente, tenemos a Priscila; que vivió en Roma justo después de la muerte de Jesús y que tuvo una cercana amistad con Pablo de Tarso. Junto al apóstol, fueron creando las primeras comunidades cristianas en el Mediterráneo.
Y aquí termina este artículo sobre mujeres de la Biblia. Aqunque antes de acabar, te recomendamos un podcast sobre las mujeres de la Biblia, para que puedas aprender mucho más sobre todas ellas.
Deseamos que hayas aprendido mucho de sus historias y su labor. Debemos recordar que es fundamental el papel que han desempeñado las mujeres a lo largo de la historia bíblica.
Con esto nos despedimos y deseamos que el amor del Señor esté contigo.
¡Hasta la próxima! Y recuerda que en Tu Biblia Online encontrarás muchos más artículos.
